¿Se puede escribir de forma inclusiva aunque todavía no use la “E” o la “X”? ¿Cómo ilustro sin caer en simplificaciones de género? Hoy les compartimos algunos tips que fuimos aprendiendo para comunicar del modo más inclusivo posible, llegar a la mayor cantidad de personas y ser coherentes entre lo que pensamos y lo que contamos.
Nos definimos como una agencia “Human-centered”, pero leemos ese término por todos lados y queremos tener la seguridad de estar trabajando para hacerle honor. Del decir al hacer… ahí es donde tratamos de estar. ¿Y por qué usar un modo de comunicación inclusivo es importante para una empresa? Por un lado, sienta una posición. Ya fueron las compañías “lavadas” que no se la juegan ideológicamente. Las organizaciones del futuro tienen voz, y nuestra voz siempre está del lado de la inclusión, el bienestar y la diversidad.
Creemos que tener voces diversas dentro de la agencia enriquece nuestro trabajo y también creemos que es coherente ajustar nuestra voz como empresa a esto que defendemos como personas. Además, desde una visión estratégica, hablarle a la mayor cantidad de público amplifica la llegada de los mensajes y eso siempre es una buena práctica de comunicación.
Hace poco sacamos un post de instagram sobre copy inclusivo. Es un tema súper en boga así que esperábamos buena respuesta pero nos sorprendió para bien el aluvión de comments e interacción que tuvo.
Creemos que pasó porque, en vez de bajar línea, nos paramos desde ese lugar de “perfecto no, posible” que tanto nos interpela y nos define.
En Indicius somos bilingües, y el inglés es mucho más neutro en sí. Pero en español todavía no tenemos 100% incorporado el inclusivo, con la e y la x. Esto nos pasa porque bastantes somos +30, y aunque estamos super on board con aprender nuevas formas, todavía no nos sale tan orgánico. Además, al trabajar para distintos clientes, nos toca adaptarnos a sus tonos de comunicación.
Aún así, nos interesa que todas las personas que leen nuestro contenido se sientan incluidas y creemos que no hay una sola forma de lograrlo. Entonces, en este viaje por ser cada día mejores, encontramos maneras de no escribir en masculino genérico, aún sin usar la E o la X, que todavía puede ser difícil de incorporar corporativamente.
Aprovechar el pronombre “quien”: “Los colaboradores” se puede traducir a “quienes colaboran”. “Los participantes”, a “quienes participan”
También podemos usar adjetivos o sustantivos sin género, por ejemplo:
“Todos” —> “Todas las personas”
“Los alumnos” —> “el alumnado”
“Muchos” —> “un gran número de”
Otro tip muy bueno es usar frases con preposiciones para reemplazar adjetivos masculinos:
“Interesados” —> “con interés en”
“Desempleados” —> “sin empleo”
“Observados” —> “Bajo observación”
Como todo comunica, hoy también quiero hablarles de las ilustraciones (que tanto amamos y, modestia aparte, tan bien nos salen).
A veces damos por sentadas algunas cosas o minimizamos otras y terminamos cayendo en simplificaciones o sesgos de género, raza o clase social.
Algo que aprendí trabajando es que para corregir procesos, está muy bueno trabajar con preguntas para pensar. La idea la saqué de “Publicitarias”, que la rompen con recursos para re-pensar campañas y formas de trabajar, y hasta tienen mazos con preguntas para facilitar la auto-evaluación.
Cuestionarnos es una buena manera de reflexionar y dialogar con nuestros propios prejuicios.
Si tengo que ilustrar un solo personaje, ¿suelo pensar en uno masculino?
Si tengo que ilustrar un hombre, ¿suelo usar colores como celeste/azul/ verde, pelo corto, cierta ropa y composición corporal?
Lo mismo al revés, ¿Si ilustro mujeres, suelo usar rosa/rojo/violeta, pelo largo, pollera/ vestido?
Si tengo que ilustrar una familia, ¿pienso siempre en la familia hetero-normativa compuesta por mamá/ papá + hijo/ hija?
¿Si tengo que ilustrar ciertas tareas, acudo a estereotipos de género? Ejemplo: Compras/ mujeres. Deportes/ hombres.
Y luego de hacernos estas preguntas, si respondimos que sí a una o más, les tiro un tip que me pareció mágico (en muchas áreas de la vida): La clave es SUMAR, no restar.
Acá imagínense a mi tío Cacho diciendo “che, pero ¿cómo es? ¿Ahora está mal si una mujer quiere usar pollera?”
No, tío. No está mal, ¿cómo va a estar mal? Pero no es lo único que está bien.
Si ilustro varios personajes, pensar en que haya variedad de representaciones
Es tan válida la familia hetero-normativa como una con dos mamás, u otra sin peques (o con hijxs gatunos)
Siempre se puede pensar en personajes sin género/ fantasía
El niño de pelo corto convive súper con el de pelo largo y uñas de colores.
La mujer de pelo largo y vestido rosa es solo un tipo de mujer, tan válida como la que usa pantalones
Intentar no relacionar géneros con colores o actividades particulares
Intentar no usar accesorios solo para un género
Si voy a ilustrar una situación de consumo, intentar no caer en estereotipos de género, raza o clase social
¡En la variedad está la magia!
¿Se nos pasó algún tip? ¿Qué piensan de todo esto?
Si llegaron hasta acá, gracias por leer, y nos encantaría verles por nuestras redes para escuchar su opinión.