Hace unas semanas, cuando estábamos en nuestra llamada semanal para ponernos al día con el equipo, yo tenía una historia fascinante para contar sobre el drama que se armó en mi edificio. Pero, considerando que tenía todas las ventanas abiertas, como quien no quiere la cosa cambié de idioma para contar mi historia, por las dudas de que algún vecino metido estuviera escuchando.
Este es solo uno de los tantos ejemplos del uso del “espanglish” en nuestras llamadas laborales. En las llamadas internas la transición se da como si nada (incluso dentro de una misma oración), lo que tiene sentido considerando que tenemos un equipo completamente bilingüe, 2 hablantes nativas, muchos miembros del equipo que han vivido y trabajado en el exterior y todo un equipo que ha trabajado con clientes cuya primera lengua y cultura son distintas de la propia. Cuando trabajamos con clientes, todo depende de su lugar de origen y de lo que prefieran. Hay días en los que podemos tener una reunión con clientes de California que hablan inglés y después otra reunión con clientes de Bolivia que hablan español, con solo unas horas de diferencia.
La pregunta que me hacen mi familia y mis amigues tanto en mi país como en el exterior es siempre la misma: ¿no se torna confuso a veces? Y la verdad es que... ¡sí! Cada miembro de nuestro equipo tiene al menos una anécdota para contar sobre cómo, sin querer, metió la pata con otra cultura o sobre un momento incómodo en el que algo (literalmente) se perdió en la traducción. Pero, cuando se trata de un espacio de trabajo multicultural y bilingüe, sin dudas hay más ventajas que desventajas, en particular, cuando aprovechamos el poder de nuestra diversidad cultural. Así es como usamos nuestro superpoder para que nuestro equipo y nuestros clientes cuenten con un mejor espacio de trabajo.
Al haber trabajado y vivido con gente de distintas culturas, todas las personas del equipo de Indi han podido desarrollar la competencia cultural, es decir, comprenden mejor el hecho de que el entorno en el que crecemos afecta la forma en que vivimos y trabajamos en la adultez. Nuestra cultura de origen influye en cada aspecto de nuestras vidas, desde cosas tan obvias como lo que comemos hasta sutilezas como la manera en que alguien espera que lo traten y le hablen en un ambiente profesional. Es imprescindible tener estos detalles en cuenta al trabajar tanto con personas que compartan tu cultura como con aquellas que no. Entonces, ¿cómo hacemos en Indi?
Bueno, en primer lugar esto se logra con tiempo, experiencia y exposición. En segundo lugar, se logra aprovechando la diversidad cultural de nuestro equipo para ayudarnos a entender la cultura de les demás. Por ejemplo, hace poco tomé mi primer proyecto como aprendiz de PM de Gini, nuestra líder de operaciones, en el cual trabajábamos con una empresa de Bolivia. Esta era una gran oportunidad para que yo pudiera observar todos los matices de la interacción de ella y otros miembros del equipo con el cliente, y ver exactamente qué tipo de lenguaje usaban durante la reunión. Luego nos alineamos internamente con el equipo para asegurarnos de que yo hubiera entendido todo lo ocurrido en la reunión. Si bien soy bilingüe funcional, aún hay algunas sutilezas que no puedo captar; es ahí donde el equipo me puede ayudar para que nada de lo que deba controlar se me pase por alto. Lo mismo puedo hacer por elles en las interacciones con clientes que hablen inglés.
El bilingüismo de nuestro equipo tiene beneficios concretos y evidentes: poder comunicarnos con clientes de todo el mundo que hablen español e inglés (el segundo y el tercer idioma más hablado, respectivamente), lo que amplía nuestra cartera de clientes potenciales de forma significativa. Pero, al haberme formado en Psicología, esto me recuerda a los estudios que leía en la universidad sobre cómo el bilingüismo cambia la forma en que tu cerebro funciona y te hace más flexible en diversos contextos.
Aunque ser bilingüe pueda hacerte sentir que se te traba la lengua por momentos, en realidad la ciencia ha demostrado que tener dos sistemas de idiomas activos al mismo tiempo en tu cerebro te ayuda a ejercitar las habilidades cognitivas y a resolver conflictos internos constantemente. ¿Y esto qué significa en la práctica? Te puede ayudar a hacer muchas cosas a la vez, a mantener la concentración a pesar de las distracciones y a retener información mientras hacés otra tarea. De hecho, la flexibilidad que te permite cambiar de idiomas te da flexibilidad en otras áreas de tu vida.
Esto es sumamente importante para nuestro trabajo en Indi. Nuestros días son dinámicos; por ejemplo, mi día puede incluir distintas reuniones con compañeres y clientes y, entremedio, tener que publicar en nuestras redes sociales, escribir textos o revisar capacitaciones o lecturas que necesito preparar para un taller o una reunión. Todo esto mientras estoy pendiente de las tareas administrativas y me aseguro de que todas las personas de un proyecto dado tengan lo que necesitan para seguir adelante. Si bien no estoy con el equipo físicamente, he visto sus agendas y puedo imaginarme que sus días laborales son igual de dinámicos, lo que les exige que atiendan múltiples responsabilidades. No tengo ninguna duda de que su efectividad se relaciona con la flexibilidad otorgada por sus cerebros ingeniosos, creativos y bilingües.
¡Es fácil! Diversidad de trasfondos culturales = diversidad de ideas.
Justo el otro día cuando estábamos planificando nuestra agenda para redes sociales, uno de nuestres compañeres tuvo la idea de usar nuestras habilidades de diseño y animación para compartir videos e infografías sobre eventos importantes y aspectos de la cultura argentina, ya que es posible que muchos de nuestros socios y clientes de los Estados Unidos no estén familiarizados con lo que ocurre en la Argentina. Al fin y al cabo, como muches estadounidenses sabemos, no es común que los medios nacionales y locales muestren noticias del exterior.
Son estos momentos de intercambio los que hacen que Indi sea único. Hay muchas empresas de diseño dando vueltas por ahí, pero muy pocas informan al público sobre cuestiones culturales y, a la vez, promocionan sus habilidades de diseño. La diversidad de experiencias en nuestro equipo implica que podamos transmitir ideas que no habrían surgido nunca de una sola persona del equipo.
Te he contado sobre la competencia cultural de Indi, que se encuentra en constante desarrollo, y he presumido nuestros cerebros bilingües y flexibles y nuestro intercambio de ideas. Gran parte de estos aspectos surgen naturalmente de la composición de nuestro equipo. Sin embargo, todo equipo de diseño puede adoptar medidas para aumentar su competencia cultural y expandir sus perspectivas de comercialización global; de esta forma, podrá adaptarse a sus clientes en vez de que ocurra lo contrario. Estos son mis consejos para lograrlo.
Sé flexible. Cuando trabajamos con clientes de distintos trasfondos culturales, puede haber una diferencia de expectativas simplemente porque trabajamos de forma distinta. Asegurate de que tus expectativas y las de tus clientes con respecto a la comunicación, el cumplimiento de formatos y plazos sean claras y estén alineadas. Esto significa que hay que estar abierto a lograr un acuerdo y encontrar un punto medio, no solo debés esperar que los clientes se adapten a tu forma de hacer las cosas.
Invertí en capacitación en idiomas. Aprender el idioma en el que tus clientes se suelen comunicar te ayudará a conectarte con ellos de forma más profunda, sin importar lo poco que sepas. ¡El nivel adicional de comodidad que ofrezcas puede ayudar mucho! Ni hablar de los beneficios cognitivos ya mencionados.
Diversificá tu equipo. Si tu equipo luce y piensa de forma similar, no hay mucho lugar para crecer. La próxima vez que contrates a alguien, pensá de qué forma lo que nos diferencia puede convertirse en una ventaja, además de ayudar a resistir la supremacía racial y cultural. En un mundo cada vez más globalizado, incorporar la diversidad cultural no solo es una ventaja; es nuestra responsabilidad.